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¿QUÉ
ES EL CAMINO DEL GAUCHO? |
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"CULTURA
GAUCHA: de mítica a cotidiana"
Pasturas interminables, tropillas sesteantes, centauros al mando…
Un mundo fabuloso, de tan fabulado, que entró hace rato
en el dominio de los mitos. La pampa, los gauchos, el maravilloso
imaginario colectivo que Martín Fierro o Segundo Sombra
elevaron a valor de referencia… ¿Qué queda
aun de él, llegó realmente a existir?
El mundo
gauchesco existió y sigue existiendo. Por encima de ficciones
literarias y de realidades pretéritas ya barridas por
los vientos de la historia, hubo y hay un universo cotidiano
de cultura pampeana, de caballos y ganado, de estancias y potreros,
de bañados y de lomas.
Hubo y hay, desde el brasileño Rio Grande de Sul hasta
los albores patagónicos, a lo largo y a lo ancho de Uruguay
y de las provincias argentinas de Buenos Aires, Santa Fe y La
Pampa, todo un mundo pampeano de extensos horizontes cabalgables.
Los gauchos lo hicieron grande.
Aquellos viejos gauchos solitarios y errantes, celadores del
ganado que no robaban, se disolvieron en la noche de los tiempos.
Subsiste, sin embargo, el maravillosos paisaje ambiental y humano
que en su día los alumbró. Venga a conocerlo.
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EL
CAMINO DEL GAUCHO
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El gaucho, centauro de las pampas, gauderio según la denominación
española, vocablo de raíz mapuche con múltiples
acepciones, de la cual aquella de "compañero"
recibe gran beneplácito entre muchos estudiosos, es el
protagonista central de este producto turístico, a la vez
que autor y actor de la cultura ecuestre más extendida
del mundo, que es mirada aquí en toda su dimensión,
antes que sólo en aquella folklorista y de melancólicas
añoranzas.
La
vida y andanzas libertarias de los primeros gauchos (mezcla
de indígenas y criollos de origen español, de
los cuales Martín Fierro es quizás su símbolo
más universal) es aquella de los caminos de tropas y
carretas, que unían trabajosamente los espacios de las
inmensas llanuras pampeanas y sus territorios vecinos.
Pero la vida y los trabajos sistemáticos del gaucho del
siglo XIX avanzado (quienes forjaron las primeras estancias
y combatieron por las libertades de las nuevas repúblicas
rioplatenses), es aquella que puso valentía, vestimentas
y ritos al servicio de Artigas, Garibaldi, Urquiza y tantos
otros líderes de la independencia de estas tierras.
Y la vida y la organización productiva de los gauchos
de finales del siglo XIX y el siglo XX (mezcla de aquellos gauchos
originales y de los inmigrantes europeos que llenaron las pampas),
es aquella que cimentó la riqueza de la economía
agraria y agroexportadora, y que consolidó la pujanza
de las repúblicas ya constituidas.
Finalmente, la vida del gaucho actual, tractorista o domador,
arriero o herrero, músico o poeta, es aquella de tantos
descendientes de otros tantos gauchos criollos, que a veces
cambian la alpargata por la zapatilla o el sombrero por el "gorrito",
pero que siguen siendo gauchos de alma, de cultura y de prácticas
productivas que hoy empezamos a valorar como "sustentables" |
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Es
en especial la conjunción de esta cultura gaucha con el
litoral costero de los países rioplatenses la que alumbró
la idea de reconstituir este "Camino del Gaucho".
En ese litoral, la cultura gaucha actuó y sigue actuando
con particular vigor, para articular la fragilidad de sus tierras
con la producción agropecuaria (suelos bajos, salados,
inundables, de baja calidad para la agricultura) armonizando esas
dificultades y conviviendo con sus valores. Inmensas playas atlánticas
y sobre los litorales del Río de La Plata, acompañadas
en algunos de sus tramos por gigantescas dunas costeras, así
como una sucesión de humedales y lagunas, algunas albuferas
de aguas saladas, debieron ser utilizadas con cuidado, y con un
manejo adecuado de sus ganados vacuno, lanar y caballar, con lo
cual se logró hacer sustentables esos frágiles ecosistemas. |
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El
paisaje de estos litorales gauchescos cobra, a inicios del siglo
XXI, una inusitada relevancia para el turismo cultural y el ecoturismo.
La calidad de su biodiversidad natural (inmensas llanuras de pastizales
que se mecen al viento, riquísima avifauna y fauna ictícola)
y sus paisajes luminosos y bien mantenidos (bosques de especies
nativas, lagunas plateadas, praderas infinitas, playas y dunas
muchas veces intactas) son una oferta para los golosos del disfrute
natural y la serenidad.
Un patrimonio natural ya reconocido a nivel mundial por la UNESCO,
con las Reservas de Biosfera del "Parque Costero del Sur"
(Magdalena y Punta Indio) y "Parque Atlántico Mar
Chiquito" (Mar Chiquita), más una docena de reservas
municipales y privadas de alto interés. |
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Su
patrimonio cultural está íntimamente ligado al patrimonio
natural. Poblados y ciudades históricas, al servicio
de la producción rural (Magdalena, Chascomús, Dolores,
General Lavalle, General Madariaga, entre tantos otros), estancias
antiguas y bien preparadas para dar alojamiento turístico,
cabalgatas, visitas a los mejores museos de la zona, contactos
con los artesanos más destacados y su producción,
así como exposiciones de arte. Una oferta cultural espléndida,
que habla del pasado de la cultura gauchesca, y de su vigencia
hacia el futuro.
Pero en estos itinerarios de ensueño se enhebran ofertas
artísticas o gastronómicas de gran calidad. Los
mejores restaurantes de genuina comida criolla, fiestas folklóricas,
espectáculos ecuestres, desayunos campestres, son algunos
de los servicios para elegir.
Finalmente, la propia producción agropecuaria está
llena de interés, y por ello se dispone de visitas a estancias,
chacras o granjas donde se practica la producción ecológica
y se pueden adquirir productos "limpios". En especial
un paseo por las escuelas agrotécnicas despierta el interés
y el orgullo, viendo cómo se educan los jóvenes
que se dedicarán al agro, en una cultura para la producción
sustentable que abre grandes expectativas para nuestro país. |
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Este
producto turístico alternativo no ha sido inventado. Tantos
productores, artesanos, agentes turísticos, estaban allí
latentes esperando un apoyo y una promoción.
Los hemos convocado para trabajar cooperativamente, constituyéndose
como "Red de Ecomuseos del Camino del Gaucho".
Denominamos ecomuseos a un museo del sitio, de la vida, de lo
más auténtico que se está haciendo por la
conservación de este paisaje y su cultura. Desde un museo
a un artesano, desde una escuela a un establecimiento productivo,
desde una estancia con pernocte a un restaurante "de comida
criolla", desde una fiesta folklórica a un centro
cultural.
Más de cien de ellos se han adherido a la iniciativa, que
en esta primera etapa de lanzamiento del producto turístico
se ha sintetizado en casi 50 ecomuseos ya listos para recibir
a turistas. Se ha trabajado intensa y solidariamente, para garantizar
una oferta de calidad de servicios y una atención personalizada,
como merece este tipo calificado de turistas, que da preferencia
a la cultura y la naturaleza. |
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En
este primer lanzamiento del Camino del Gaucho nos hemos
concentrado en el litoral de la provincia de Buenos Aires, "allí
donde se vuelve grávida de turismo cultural y natural",
entre Buenos Aires y Mar del Plata, mientras que los litorales
de Uruguay y del sur de Brasil se están organizando para
un próximo lanzamiento, junto con otras áreas de
nuestra provincia.
El turista puede llegar en ómnibus o ferrocarril, con excelentes
servicios. Puede llegar por los dos aeropuertos internacionales
de la zona, Ezeiza (Buenos Aires) y de Mar del Plata.
O puede elegir itinerarios en automóvil.
Se han organizado circuitos programados, desde sólo un
día de duración a una semana o más, para
todos los gustos y nivel de presupuesto. Se dispone también
de ofertas para circuitos de la tercera edad o para jóvenes
y niños en edad escolar. Pueden realizarse circuitos mixtos,
visitando ecomuseos de los más variados, o circuitos temáticos
(de áreas naturales protegidas, de poblados y ciudades
históricas, etc).
Nuestra oferta está dirigida al imaginario más
diversificado y profundo, a todos aquellos que ven el
mito de las pampas y el gaucho como una meta a explorar, ya sean
turistas nacionales, del Mercosur o del más variado origen
internacional.
Es una oferta alternativa. No sólo se puede ir a una estancia
"con estrellas" y allí quedarse a experimentar
y gozar, pueden recorrerse los caminos y senderos de la cultura
gauchesca y pampeana, donde entre hito e hito, rincones, esquinas
... hay mil cosas para conocer y disfrutar. |
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